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Marta Merino
Psicología
Atención, sensibilidad y cercanía
Mis servicios
TERAPIA PRESENCIAL Y ONLINE
Terapia para adultos
¿Quién soy?
Soy Marta, Psicóloga General Sanitaria, colegiada CV16328.
A nivel profesional, mi campo de trabajo principal es el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), y otros trastornos de ansiedad como ataques de pánico o dependencia emocional.
Mi formación de base, gracias a la carrera y al máster, es cognitivo-conductual, orientada a trabajar con los síntomas (pensamientos y conducta).
Posteriormente, también me he formado y trabajado con terapia psicodinámica, derivada del psicoanálisis y orientada a trabajar con las creencias irracionales y miedos inconscientes que puedan estar a la base, fundamentando los síntomas.
Además, estoy formada en terapia EMDR (Desensibilización y Recognición mediante Movimientos Oculares), eficaz para el tratamiento del trauma, las fobias y otros problemas causados por recuerdos patogénicos.
Poder integrar estas terapias, permite poder tratar el problema desde una perspectiva integradora y eficaz en su conjunto. A parte de una constante formación que me hace seguir aprendiendo y ganando experiencia día a día.
A nivel personal, te puedo contar que soy una persona honesta y empática.
Tuve claro que quería dedicarme a la psicología desde mi adolescencia, y darme cuenta de que era mi vocación me hizo descubrir qué quería hacer y cuál era mi camino, ya que trataba un tema que despertaba mi interés, siempre se me había dado bien y podía pasar horas dedicándome a ello casi sin darme cuenta.
Además, he tenido la oportunidad de aprender mucho de la psicología a través de la gente de mi entorno y sus dificultades, por ser algo que, desde siempre, ha captado mi atención.
¿Cuándo ir a terapia?
Deberías acudir si notas que necesitas que te echen una mano a nivel emocional o mental, o te sientes sobrepasado por algún suceso o ámbito de tu vida. Incluso, si crees que lo que te pasa no tiene solución y, que nadie, ni siquiera un psicólogo, puede ayudarte. Es lo que piensan muchos de los pacientes que finalmente vienen a terapia, y que vuelven a recuperar la fuerza y la esperanza. Así que, no esperes a estar peor, no hace falta y, además, es perjudicial, ya que, cuanto más se agrave el malestar, más costará superarlo.
Mucha gente piensa: “si no me entiendo yo, que soy quien más me conozco, ¿cómo me va a entender un psicólogo?” ... Pues… es lo mismo que cuando acudes al médico para que te evalúe o te haga pruebas cuando te pasa algo a nivel físico. El médico, al haberse formado y preparado para ello, sabe del cuerpo humano y sus patologías más que tú o cualquier amigo tuyo.
Del mismo modo, los psicólogos nos hemos formado y especializado en el funcionamiento de la mente y la conducta humana dentro de la sociedad en la que vivimos y, aunque cada persona sea un mundo, la forma que tiene el cerebro de funcionar es similar en la gran mayoría. No obstante, las circunstancias de cada individuo siempre deben ser valoradas como únicas y de manera personalizada, ya que, los aprendizajes de cada uno varían en función de sus experiencias, que pueden parecerse a las de alguien más, pero son vividas por cada uno de manera única.
Entonces, si cuando nos duele la espalda vamos al fisio, o cuando tenemos un malestar físico vamos al médico, ¿por qué cuando tenemos un malestar a nivel mental que nos supone sacrificar nuestro bienestar emocional y nuestra salud en general, no vamos al psicólogo, si es quien mejor te puede ayudar en ese tema?
¿Qué esperar de la terapia?
Aunque exista el mito de que los psicólogos leemos la mente, no somos mentalistas, ni tenemos una bola de cristal, ni unas palabras mágicas para conseguir que la gente cambie de perspectiva, pero te podemos entender mejor que muchos de tus amigos que más te conocen, porque es nuestra vocación desde que sentimos la llamada de la psicología.
Nos hemos formado en el funcionamiento de la mente y la conducta humana en la sociedad, y conocemos los mecanismos subyacentes que desarrollamos las personas para evitar el malestar emocional o el sufrimiento. Conocemos técnicas y herramientas que han demostrado ser eficaces científicamente para adquirir mecanismos adaptativos que, aunque no puedan hacer que los problemas del mundo desaparezcan, nos permiten afrontarlos de una manera sana y adecuada, que nos permita avanzar y sentirnos mejor.
Además, los psicólogos de verdad elegimos esta profesión porque disfrutamos dedicándonos a ello, y digo “los de verdad” porque, por desgracia, no todos los que eligen estudiar la carrera tienen vocación ni ejercen con profesionalidad. Además, al igual que hay unas personas con las que se congenia y otras con las que no, tampoco se congenia con todos los psicólogos, así que, siento decirte, que a veces, toca pasar por diferentes psicólogos hasta que encuentras el que te va bien.
En definitiva, ir a terapia es ir a aprender sobre nosotros mismos y nuestro entorno, para saber lidiar con nuestras emociones, algo que no se da en el colegio, a pesar del enorme peso que tiene en la vida. Y, como todo aprendizaje, es un proceso. No se nace sabiendo, ni se aprende de la noche a la mañana. Pero, un buen psicólogo no trata de alargar tu tiempo en terapia, sino que trata de proporcionarte claves y herramientas para que sepas gestionar tus emociones y relaciones por ti mismo, sin necesitarlo a él.
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